Después de diez años junto a Ricardo Mollo, la actriz finalmente estaría esperando su primer hijo con el rockero. Sus representantes no desmintieron el rumor, y resta esperar su confirmación oficial. Una pareja que nació con un casamiento secreto y que tuvo postergada su deseada paternidad.

A Natalia Oreiro (34) no se la quiere por casualidad. La uruguaya es linda, dulce, talentosa, simpática, trabajadora, solidaria con sus fanáticos y amable con la prensa. Y salvo algún silbido desafortunado, es casi imposible encontrarle algún enemigo. Además, casi todos sus productos (novelas, canciones, vestidos y...) cosechan éxitos e increíbles críticas. Incluso se le perdona algún gesto no tan amistoso de Ricardo Mollo (53), su marido desde el 31 de diciembre de 2001, líder de la banda Divididos, tipo con pocas pulgas pero muy noble. Sí, se la quiere a Natalia. Por eso, cuando el 13 de julio estalló la bomba de su embarazo, hubo alegría y cautela. ¿Sería una nueva falsa alarma, la enésima en la década de amor que llevan Oreiro y Mollo? ¿O se trataría finalmente del tan ansiado anuncio, la espera del primer hijo de la actriz?

Luz del alma. Desde que Natalia y Ricardo se juraron amor eterno, el tema de su paternidad fue tema obligado en cada entrevista, presentación o evento que la tuvo como protagonista. Y la actriz uruguaya esquivaba la cuestión como podía: “Todavía no se dio”; “Tal vez el año que viene”; “Es mi próxima meta”; “No es el momento”; “Es una ilusión”, entre tantos repetidos (y aburridos) textuales. En realidad, se sabe que cada vez que la pareja encaró el proyecto, no había logrado cumplir su sueño. A fuerza de paciencia y romanticismo, superaron juntos más de una crisis, cumpliendo esa promesa que hicieron en su curioso casamiento: “Este matrimonio es para toda la vida”. Fue en forma secreta, a bordo de una pequeña embarcación, en la orilla de la isla Fernando de Noronha, en el noreste brasileño. Se tatuaron un anillo con sus iniciales en el dedo anular. Y el 18 de enero de 2002 juntaron a sus íntimos en una quinta de Parque Leloir para anunciarles lo que habían hecho. “Me casé porque estoy enamorada de Ricardo, es el hombre más hermoso de la Tierra”, decía Naty. Y así nació su familia, con la aclaración de que Mollo ya tiene dos hijas: María Azul Mollo y Martina Aldabel Mollo. Pequeño dato de color, conocido por el mundo rockero. Las iniciales de las chicas es M.A.M., el nombre del grupo que Ricardo formó con su hermano Omar, MAM: Mente, Alma, Materia. Omar también tiene dos hijas, ¿cómo se llaman? ¡Maia Ayelén y Melisa Alejandra! ¿Un antecedente para el niño que se viene?

Corazón valiente. Porque sí, ¡Natalia está embarazada! Esa es la información que llega desde Colombia, donde Natalia se encuentra grabando Lynch, una miniserie para Movie City junto al peruano Christian Meier y el cubano Jorge Perugorría, que se verá recién en 2012. Sus representantes, en la Argentina, no desmintieron los rumores de este embarazo que correría por su tercer mes, y sólo falta la voz de la actriz para confirmar la feliz novedad. El único inconveniente radicaría en cómo se reacomodaría la cantidad de proyectos que Natalia tiene para los próximos meses. En primer lugar, la confirmación de su papel en Freedom for Joe, una película con Robert Patrick (el policía malo de Terminator 2) y Anne Archer (la engañada de Atracción Fatal), que se rodará en los Estados Unidos. También tiene su palabra para participar en Mala, la nueva película de Adrián Caetano. Y Adrián Suar cuenta con ella para ser una de las figuras de Pol-ka en 2012. En fin… como dicen los viejos sabios, si se espera toda la vida, nunca será el momento indicado. Y la llegada del niño no haría otra cosa que llenar de felicidad el hogar que la pareja comparte en la parte más textil de Palermo. ¿Será mamá? Como nunca, los rumores hacen presagiar el nacimiento del primer hijo de Natalia. Y como nunca, su palabra se hace desear. ¡Paciencia! Pasaron diez años, una década de ansiedades y esperanza, ¿qué importa aguardar unos días más? Paparazzi. 505, 07/2011