“Trato de hacerme un tiempo para las cosas que me interesan.” La frase termina cuando arrima un vasito de plástico con té a su boca. Dentro de una motorhome que oficia como camarín, Andrea del Boca está a la espera de que alguien, de un momento a otro, venga a buscarla. Seguramente le digan: “Te toca”, o “Es hora”. Afuera, varios productores van y vienen en medio de una mañana muy fría. Es viernes y hoy se graba exteriores de Alguien que me quiera, la tira romántica que protagoniza en El Trece. La puerta se abre. “Te toca Andre, ¿vamos?”, le dicen. Amable, pide justo eso que de lo que estaba hablando: un tiempo.
Desde hace varios años, la hemos visto a Andrea comprometerse con causas relacionadas con los derechos de la familia, la mujer y los chicos. Pero ahora, podríamos decir que ella encontró el canal donde manifestar esos sentimientos.
El pasado 28 de julio, abandonó abruptamente esta misma motorhome para ir a presenciar un acto en Casa de Gobierno, donde Cristina Kirchner anunciaba un aumento para los jubilados. Resultó sorpresivo verla allí, sentada en la primera fila del Salón de la Mujer y junto al ex presidente Néstor Kirchner. Con Florencia Peña y Gastón Pauls, Andrea pertenece al grupo de actores que manifestaron sin temor su compromiso con el presente gobierno.
Esta semana se dijeron cosas como que Andrea había abandonado el set de filmación o que le habían pagado para ir al acto. “Es todo mentira”, se defiende ante PERFIL. “Grabo a la mañana y ese día, a partir de las 11, estaba libre. Uno, en esos casos, lo que hace es programar su vida: te podés ir a comer, a dormir la siesta, o a un acto como hice yo. Y lo de que me pagaron es una ridiculez. Fui al acto por mera convicción.”

—¿Y cuál es esa convicción?
—La de que, además de artista, soy ciudadana. Y como tal, uno tiene que empezar a saber cuál es el país que quiere para sus hijos. Creo que más allá de la tarea de los políticos, los ciudadanos tenemos que defender nuestra democracia, participar y no esperar que todo venga de arriba y se solucione. Eso es un desafío para nosotros como sociedad.
—¿Por qué decidiste ir a ese acto puntualmente?
—Me llegó la invitación de Presidencia. Entendí que era una presentación importante porque tiene que ver con algo social que ayuda a los sectores más vulnerables, en este caso, a nuestros viejos. He sido partícipe de otras situaciones también, en temas que me interesan como es el de la violencia familiar y contra la mujer. Soy una mujer que cuando no trabaja, le gusta colaborar en lo que puede. Creo que éste no es tiempo de ser tibios, hay que comprometerse.
—¿En el acto te sentiste observada por demás ?
—Para nada, me sentí muy bien. Llegué como siempre a las corridas. Entiendo que uno, al ser una persona pública, le puede pasar. Pero en mi caso, la diferencia se da con las personas que somos populares.
—¿A qué te referís?
—A que uno a veces puede ser conocido y popular; otras, no es popular y sólo mediático de un momento. Creo que los populares somos pocos, y esto tiene que ver con la cantidad de años que uno está: yo estoy cumpliendo 41 años de carrera. El público es el que me ha hecho popular y de alguna manera uno representa ese apoyo de decir: “Estamos trabajando para que nuestro país salga adelante. Ahora siento que tenemos una persona que nos representa”.
—¿Qué es lo que más te seduce de este Gobierno?
—Los principios que son los mismo que aprendí de chica. La familia de mi abuela materna era muy pobres y vivía en un pueblo donde siempre hubo abusos. Con ese pasado podés ser resentido o tratar de superarte. Quienes le dieron la posibilidad de superación, de una vida digna y con trabajo, fue Perón. Como decía Jauretche: “No se puede conseguir la independencia económica y la soberanía política si no hay justicia social”.
—Qué sorpresa escucharte citando a Jauretche.
—(Risas) Es que realmente lo siento así. Creo que el primer gobierno peronista, después de Perón y Evita, que se ha comprometido con la causa social, es éste. Empezó con Kirchner y siguió con Cristina. Se ha profundizado en temas estructurales como es la asignación universal por hijo. Fijate que en el poco de tiempo que lleva de vida esta ley, aumentó el 25 por ciento de chicos que van a la escuela.
—¿Qué sentís por Cristina?
—Le tengo mucho aprecio, respeto y admiración por su trabajo. Hace varios años pedí al Senado todo el listado de las mujeres senadoras de todos los partidos porque quería que se ponga en agenda el tema de la violencia familiar. Y hubo algunas que no quisieron, que no les interesaba. Entre ellas, la doctora Carrió. En cambio a Cristina la vi comprometida y eso me conmovió.
—¿Te defraudó en algo?
—No, para nada. Más allá de sus conocimientos y sus capacidades como abogada, tiene una sensibilidad que me hace sentir representada. Y mantiene esa sensibilidad aun como Presidenta. También me gusta que hay cosas con las que no transa: los viejos, los chicos, el hambre, la educación. Es muy fuerte y estoica para no perder su objetivo. No se doblega.
—¿Qué críticas le harías?
—No sé si a ella puntualmente.Tal vez algunas cosas del Gobierno al no ser bien comunicadas generaron malos entendidos. Entonces, aparece la oposición y en vez de generar propuestas, embarullan las cosas. Frente a esto, el Gobierno tiene que dividir su tiempo en aclarar o en hacer; yo prefiero que hagan. Siempre se dice que Cristina está crispada; y para mí es una mujer apasionada y comprometida, nunca perdió la compostura. Prefiero una Presidenta así, apasionada, y no una que sea fría.

Contra el compromiso barato
Andrea del Boca no oculta sus intenciones cuando se le pregunta cómo fue que se animó a sumarse al grupo de artistas que se manifestaron a favor del
Gobierno. “Creo que empecé llamando la atención en algunos colegas cuando fueron las elecciones para diputados; sentí la necesidad de salir a marcar la cancha entre los artistas”, explica la actriz.
Según sus propias palabras, este sentimiento surgió como una forma de cortar con cierto juego del compromiso barato, vacío, que queda en el discurso y sin hechos. “Esta sensación se fue acrecentando luego de ser mamá. Esta postura de aparecer en determinados actos del Gobierno, lo hice como una necesidad personal de sentar una posición frente a los temas que me interesan”, agrega.
En este escenario, la opinión de sus colegas y amigos no tardó en llegar. “Algunos me decían: ‘Qué raro, cómo saliste a mostrarte así’. Otros: ‘¿No tenés miedo?’. ¿Por qué voy a tenerlo si estamos en democracia?”, concluye.