Apasionadas, sexies -en la ficción y en la vida real-, repiten en "Botineras" (Telefe) los roles antagónicos que ya jugaron en otra novela. En qué se parecen, en qué se diferencian. Abran juego.
Y vos, ¿de qué lado estás?
La buena y la mala de "Botineras" Nuevamente antagonistas en una telenovela de Telefe, estas dos actrices explotan sus costados sexy con grandes resultados. ¿Y cómo son en la vida real? En qué se parecen, en qué se diferencian y qué prefiere el público de una y de la otra, según los comentarios de una encuesta de "Clarín", algunos de los cuales se reproducen en esta nota.
C ada vez que aparecen calientan la pantalla. Desde hace un tiempo, las heroínas de telenovelas dejaron atrás la imagen de la chica recatada y sufrida (en el caso de las "buenas") o de mujeres "sin onda" (para las malvadas) para convertirse en ciento por ciento sexies, más allá del personaje que interpreten. Romina Gaetani e Isabel Macedo son uno de los mejores ejemplos. Y parecen formar, además, una de las duplas femeninas más rendidoras de la pantalla chica, como la buena y la mala de Botineras (Telefe), una de las ficciones más vistas de la televisión.
La ficción ya las había puesto frente a frente como antagonistas, el año pasado, en la telenovela del mediodía Don Juan y su bella dama.
Después, fueron número puesto cuando los productores de Botineras pensaron en dos mujeres que hicieran elevar la temperatura del público. Y vuelven a ratonear con sus personajes, con un poco más de voltaje erótico, gracias al horario nocturno. En ambos casos se disputan al galán de la tira. Entonces era Joaquín Furriel y ahora es Nicolás Cabré en el rol del Chiqui Flores. Pero eso sí: ni una en el rol de "buena" ni la otra como malvada, se quedan esperándolo como Penélope a Ulises. Usando sus armas (voz ronca, lunar estratégico, andar felino), los dos personajes explotan su sensualidad al máximo. Romina, en su doble rol de la policía Laura que se hace pasar por Mia para investigar el entorno futbolistico del Chiqui, aprovecha su generosa delantera para mostrar escotes y remeras sin corpiño que promueven fantasías al por mayor. Isabel como Marga, la esposa tilinga del Chiqui, ahora asesina confesa de Giselle, recurre a vestiditos ajustados y cortísimos que resaltan sus larguísimas piernas. El personaje de Romina primero sedujo a Tato Marín (Damián De Santo) y después del romance con el Chiqui, conquistó el corazón del inspector Salgado (Pablo Rago).
Mientras que Isabel se ocupó de volver loco en la cama a Nino Paredes (Gonzalo Valenzuela) aunque ahora él la atropelló e intenta matarla en el hospital porque ella asesinó a Giselle.
Y eso sí, ninguna de las dos escatiman a la hora de mostrarse hot; y las escenas de sexo, con muy poca ropa, les sientan muy bien.
Las actrices representan dos tipos de mujer, dos estilos de belleza femenina local, y de personalidad, dentro y fuera de la ficción. Una encuesta realizada esta semana en la página web de Clarín, resumió las fantasías que despiertan cada una.
Gaetani tiene un prototipo más ligado al barrio, a la chica de acá a la vuelta, seguramente por su origen bonaerense: nació en San Martín y se crió en una zona cercana a la villa La Rana. Y Macedo representa el estilo más cool, tipo "alta sociedad", acorde con su infancia de colegio inglés. Noche a noche se enfrentan las curvas de Romina frente al estilo delgadísimo de top model de Isabel.
Aunque cada una tiene sus fans, el público masculino sabe encontrarle el encanto a cada una. Como muestra, algunos ejemplos de las opiniones vertidas en la encuesta: "Romina está bárbaro aunque la Macedo está igual para darle" o "Con Romina me caso, y con Isabel la engaño". En cambio, entre las mujeres, Romina es tan envidiada por sus generosas formas como querida por su estilo "chica común", mientras que a Isabel le critican su fama de "comehombres" pero la admiran por su elegancia y porte. En la útlima entrega de los Martin Fierro, las dos coincidieron en su atuendo, vestido negro y collar de perlas (lo que permitió el fotomontaje que ilustra la tapa de este suplemento), y llegaron hasta la final entre las mejores vestidas de la fiesta y finalmente el jurado de diseñadores premió a Isabel como la más elegante.
Pero las chicas también tienen otros puntos en común: contemporáneas (Romina tiene 33 e Isabel, 34), las dos salieron del semillero de Cris Morena, con programas infantiles. Romina hizo una temporada de Chiquititas, en 2000 que la llevó a la fama con el personaje de Luz mientras que Isabel se lució como Delfina, la mala de Floricienta durante dos temporadas. Para las dos, la televisión fue el gran trampolín profesional.
Gaetani también trabajó en Verano del 98, Yago, pasión morena (curiosamente ahi tuvo un romance de ficción con el protagonista, Facundo Arana, por entonces novio en la vida real de Macedo) y en Soy Gitano desbordó sensualidad junto a Osvaldo Laport, lo que llevó a los guionistas a darle más espacio a la pareja. Tuvo un paso por México donde trabajó en TV Azteca y de regreso, sus protagónicos en Don Juan....y Botineras. Por su parte, Isabel hizo participaciones en telenovelas pero fue con Floricienta (en 2004/5) que pegó un gran salto haciéndole la vida imposible a la protagonista que interpretaba Florencia Bertotti. Gracias a esa tira, su cara se hizo conocida en otros lugares del mundo (Latinoamérica, Israel, entre otros) donde pasaron la tira. Y recién después de su larguísimo noviazgo de diez años con Facundo Arana, en 2006 pudo despegarse del mote de "novia de" y empezar a figurar con nombre propio.
La vida sentimental agitada es otro item en común entre las actrices. Mientras en el pasado, Isabel vivía eternamente de novia con Arana, Romina transitaba un etapa más rockera y aparecía en las revistas con novios distintos (desde el músico Limón García pasando por el empresario Guillermo Marín) hasta su presente, estable junto al RR.PP., Hernán Nisenbaum. Como contracara, Isabel abandonó la calma de una relación duradera por rumores y escándalos que la vincularon con compañeros de elenco: el más estrepitoso, con Benajmín Vincuña que terminó con la actriz y Pampita (esposa del actor) a los golpes en un boliche de Punta del Este en el verano. En el medio, algún novio formal y el rumor actual de un amor con el jugador de Boca, Federico Insúa. Como sea, el tiempo las volverá a juntar o no en la ficción. Que cada uno elija la que más le gusta